ACTIVIDAD 6. III UNIDAD. Publicado por Cperaza
30.05.2013 22:32
Texto Zabala. La función social de la enseñanza y concepción sobre procesos de aprendizaje en la práctica educativa. Cómo enseñar. (pp. 25-35)
- Podríamos considerar que más allá de las grandes declaraciones de principios, la función fundamental que la sociedad ha atribuido a la educación ha sido la de seleccionar a los mejores en relación con su capacidad para seguir una carrera universitaria o para obtener cualquier otro título de prestigio reconocido. (pág. 25)
- Unos aprendizajes determinados por encima de otros ha sido la potencialidad que se les atribuye para alcanzar unos objetivos propedéuticos, es decir, determinados por su valor a largo plazo y respecto a una capacitación profesional, infravalorando, de este modo, el valor formativo de los procesos que los chicos y las chicas siguen a lo largo que la escolarización. (pág. 25)
- Un modo de determinar los objetivos o finalidades de la educación consiste en hacerla en relación con las capacidades que se pretende desarrollar en los alumnos.(pág. 25)
- El papel asignado hasta ahora a la enseñanza ha priorizado las capacidades cognitivas, pero no todas, sino aquéllas que se han considerado más relevantes y que, como sabemos, corresponden al aprendizaje de las asignaturas o materias tradicionales.(pág. 26)
- Educar quiere decir formar ciudadanos y ciudadanas, los cuales no están parcelados en compartimentos estancos, en capacidades aisladas.(pág. 26)
- Ego y de convivencia inciden en todas las capacidades de la persona. Nosotros, los enseñantes, podemos desarrollar la actividad profesional sin planteamos el sentido profundo de las experiencias que proponemos, y podemos dejamos llevar por la inercia o la tradición. O bien podemos intentar comprender la influencia que estas experiencias tienen e intervenir para que sean lo más beneficiosas posible para el desarrollo y la maduración de los chicos y las chicas.(pág. 26)
- Las razones que han de justificar la respuesta a la pregunta de cuáles serán las necesidades de todo tipo que tendrán nuestros alumnos cuando sean adultos, o sea, en pleno siglo XXI, la valoración de las capacidades que habrá que potenciar para que puedan superar los problemas y las trabas que surgirán en todos los campos (personal, social y profesional), no sólo están supeditadas a un análisis prospectivo, sino sobre todo a la consideración del papel que deberán tener en la sociedad como miembros activos y copartícipes en su configuración. (pág. 27)
- La manera de organizar el aula, el tipo de incentivos, las expectativas que depositamos, los materiales que utilizamos, cada una de estas decisiones vehicula unas experiencias educativas determinadas, y es posible que no siempre estén en consonancia con el pensamiento que tenemos respecto al sentido y el papel que hoy en día tiene la educación.(pág. 27)
- Es imposible valorar qué sucede en el aula si no conocemos el sentido último de lo que allí se hace. Pero, al mismo tiempo, las intenciones educativas son tan globales y generales que difícilmente pueden ser instrumentos de actuación práctica en el ámbito tan concreto del aula.(pág. 27)
- La cuestión que se plantea ahora consiste en saber si aquellos contenidos que se trabajan realmente se aprenden. Aquí es donde debemos situar el otro referente de análisis: la concepción del aprendizaje.(pág. 31)